Las piezas que se encuentran en esta exposición son obra de Don Andrés Vaquero, vecino del pueblo de Aldeadávila.
En la comarca de arribes del Duero en la provincia de Salamanca son varios los museos etnográficos que nos permiten viajar a través del tiempo para recordar en unos casos, o para conocer, en otros, algunas de las tradiciones u oficios de nuestro mundo rural. Este viaje se hace a través de la presentación de los diferentes aperos u objetos que se utilizaban en las labores cotidianas.
Pero esta exposición nos plantea este recuerdo de una manera muy diferente y es se representan los quehaceres a través de esculturas realizadas con chatarra.
En la sala principal, la primera, se hallan expuestas las muestras minerales así como paneles informativos sobre el yacimiento, los minerales de wolframio y su procesado y aplicación. En ella podemos hacer también un recorrido de “La mina en el tiempo” a través de distintas fotografías.
Un segundo espacio es la “Sala de Materiales”, donde se exhiben herramientas y distintos objetos relacionados con la explotación y que pretende rendir un pequeño homenaje a todos los que allí trabajaron.
Una última estancia es la “Sala de audiovisuales”, en la que se mostrarán proyecciones sobre la historia y el yacimiento.
En el patio se expone, a modo de monumento, una pequeña parte de la maquinaria que hubo en los comienzos de la mina y minerales obtenidos del yacimiento.
La historia del último siglo de Barruecopardo, está sin duda, marcada por la minería. Se puede decir que fue en la segunda década del siglo XX cuando se conoce la existencia de mineral y comienza su explotación, que ha estado marcad por los dos grandes conflictos bélicos europeos, ya que el wolframio se usaba para fines armamentísticos.
Son varios los miradores que nos podemos encontrar en el municipio que nos enseñan la peculiaridad de una zona poco conocida.
Los miradores más conocidos de la localidad son el Mirador de la Peña la Vela, y el Mirador del contrabando, que ofrecen unas vistas privilegiadas del río Duero a su paso por la localidad y de sus alrededores.
Hinojosa también es muy conocida por un producto muy típico de una zona en la que su sustento económico es la ganadería y la agricultura, EL QUESO.
Pero dentro de toda su carta turística, nos encontramos su Museo etnográfico, el museo interpretativo del Duero. En este museo nos encontraremos con piezas importantes de nuestra historia reciente y no tan reciente. Además de otra serie de elementos que despertarán la curiosidad del visitante.
En Salamanca, la Casa del Parque Natural “Torreón de Sobradillo” comenzó su funcionamiento en 2004 y se ubicó en la denominada Torre del Homenaje del Castillo de Sobradillo.
Se trata de una edificación militar de la segunda mitad del siglo XV, que fue mandada construir por Alfonso de Ocampo y formó parte del castillo ubicado en la línea defensiva frente a Portugal. La actual plaza, situada en torno al Torreón, era el antiguo patio de armas.
Los orígenes de este lagar están datados del siglo XVIII, que posteriormente fue restaurado y se volvió a reabrir en el año 2002.
En este museo se cuenta su historia de cómo funciono hasta el año 1948 .
Su visita se convierte para el visitante en un interesante descubrimiento de cómo se elaboraba el aceite hace casi siglo y medio…. Afloran las sensaciones , sentimientos y emociones para algunos que lo han vivido en su juventud , para otros visitantes, es el descubrimiento de cómo Vivian y trabajaban nuestros antepasados.
El municipio de San felices de los Gallegos, es en sí un museo, un museo al aire libre. Es un municipio en el que desde hace siglos ha habido una gran tradición en lo que al trabajo de la piedra se refiere. Ha logrado transformar el patrimonio geológico en patrimonio histórico.
Recomendamos perderse por las calles y alrededores para admirar el trabajo de los antiguos canteros, cuyo trabajo se realiza únicamente a golpe de mazo y cincel, hasta lograr dar vida a un simple bloque de granito.
Antes de la llegada de la electricidad a la vida de los habitantes de Villarino, para la realización de sus tareas cotidianas debían aprovechar los recursos que les ofrecía la naturaleza, y uno de esos recursos es el agua. Al igual que en la actualidad la fuerza del agua se usa para conseguir energía eléctrica antaño se aprovechaba para mover grandes piedras colocadas de tal manera transformaban el grano de cada cosecha en harina en los molinos de agua.
En el municipio de Peralejos de Abajo, muy cercano a Vitigudino podemos visitar un pequeño museo en el que se recoge una parte de nuestro pasado. Nos encontraremos con herramientas y utensilios que a día de hoy muchos nos podríamos preguntar cómo y para que se usaban. Es el lugar indicado para ir con nuestros padres y/o abuelos para que nosotros junto con ellos viajemos décadas atrás y volver a rememorar tiempos pasados, en los que no había electricidad, ni maquinaria para desarrollar los trabajos del campo.
Esta casa actualmente alberga el Centro de Recepción de Visitantes del Territorio Vetón que engloba los recursos patrimoniales de la cultura vetona conservados en Lumbrales y Yecla de Yeltes, desde los últimos siglos del primer milenio a. C. a los comienzos de la nueva era, y su posterior romanización.
Para visitar el Museo de la casa de los Frailes nos desplazaremos hasta el municipio de Vilvestre. Este municipio es uno de los pueblos que son bañados por las aguas del rio Duero. Dentro de la oferta turística que ofrece Vilvestre se encuentra el Museo de la Casa de las Frailes. Que se encuentra en pleno centro del pueblo.
El origen de este museo está en la rehabilitación por parte del ayuntamiento de la antigua Casa de los frailes que se encontraba en ruinas.