El muelle de Vega Terrón es un puerto fluvial que se encuentra en la Fregeneda, en el punto en el que el río Águeda se fusiona con el Duero. Al igual que ocurre en la mayor parte de las Arribes, aquí tanto el Duero como el Águeda suponen la frontera natural entre España y nuestro país vecino, Portugal.
Para llegar hasta la Fregeneda, y más concretamente hasta este puerto, debemos seguir la carretera una de las carreteras principales que une Salamanca con las Arribes, la CL-517. En este punto, el muelle de Vega Terrón, tiene que convivir en importancia y atractivo con otro de los grandes atractivos históricos de esta tierra, la línea férrea de la Fregeneda, que unió durante casi un siglo a España y Portugal.
Este muelle posee una notable importancia, al ser el único puerto fluvial con capacidad para comunicar Castilla y León con el Atlántico. Goza de una gran accesibilidad fluvial, ya que, como se encuentra situado en el ensanchamiento de los cauces de los ríos en su unión, los barcos pueden maniobrar con total libertad. A día de hoy es el punto de paso de cruceros turísticos con destino a Oporto. Aunque no siempre ha sido así. Antes la utilización de este puerto era algo muy esporádico.
La ubicación del muelle no está dentro del cauce del río Duero, está dentro del cauce del Águeda, donde las corrientes son menores. Estamos hablando de un puerto que tiene aproximadamente 100 metros, y un muelle de unos 25 metros de ancho. En el cual nos podremos encontrar barcos de una eslora máxima de 83 metros y un calado de 3,7 metros. Actualmente si tenemos en cuenta su ubicación y construcción, si se diese la circunstancia, sería posible su ampliación sin grandes problemas.
Pero el muelle actual no ha sido el primero en la zona:
Las primeras noticias sobre la posibilidad de hacer navegable el Duero y sus afluentes salmantinos, el Tormes y el Águeda, entre otros, datan de 1576. Gracias a varias medidas se preveía que podrían navegar por el Duero barcos de un ancho comprendido entre 12 y 15 pies y de longitud entre 40 y 45 pies. Estos barcos llevarían a Flandes, Francia, Inglaterra y Levante las lanas, cereales y vinos de Castilla. En el siglo XVI se utilizaba de forma frecuente el Duero como medio de transporte en distintos tramos, si bien con dos fuertes condicionamientos: las características irregulares de los caudales, y las dificultades físicas del cauce en algunos tramos de su recorrido.
En los siglos XVII y XVIII se navegaba con embarcaciones chatas que podían transportar hasta 1.000 fanegas de grano en invierno y 250 en épocas de sequía. En 1806 la Compañía Portuguesa de vinos del Alto Duero demolió la peña de San Juan de Pesquera, a unas 9 leguas de Vega Terrón que obligaba al río a dar un gran salto y estorbaba el paso de los barcos.
Entre 1809 y 1810 el puerto de Vega Terrón se usó por los ingleses para el transporte de las municiones, provisiones y útiles militares con destino a sus tropas que actuaban en la zona de Ciudad Rodrigo.
En los años 1818/19 se desplazan numerosas barcazas con cargas de 1.000 a 3.000 fanegas de trigo, propulsadas a vela y caballerías a través de los llamados caminos de sirga, caminos paralelos al río a través de los cuales las embarcaciones eran arrastradas por caballerías, que existían en muy buen estado en zona portuguesa.
En el año 1855 navegaban por el Duero entre Oporto y la Fregeneda hasta 600 barcos con tripulación de entre 6 y 18 hombres siempre portugueses, y cargas entre 4 y 60 toneladas dependiendo del régimen del río.
Su momento de mayor auge llegó poco después de su terminación. En los años 1860 y 70 su actividad fue incesante. Durante los años 1880 también tuvo una actividad importante, sin embargo la entrada en funcionamiento del ferrocarril en 1887 inició un periodo de decadencia de las instalaciones de Vega Terrón, al derivarse la mayor parte del tráfico de mercancías hacia este. No obstante, a comienzos del siglo XX todavía mantenía una cierta ocupación, contando con un total de doce edificios y 13 habitantes en el censo de 1910. Entre sus dependencias se encontraban, aparte de almacenes y viviendas, aduana y cuartel de la guardia civil. Finalmente fue cerrado a mediados de la década de 1920.
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