Se desconoce la edad real del Molino de Las Uces, existiendo documentos del siglo XVIII que acreditan su existencia, como es el Catastro del Marqués de La Ensenada, y algunas escrituras y textos de prensa del XIX.
Desde los años 70 del siglo pasado hasta principios de los 90 molió con energía eléctrica, dejando de trabajar en esta época, y siendo rehabilitado y convertido en museo etnográfico durante los años 1999 a 2004 por los actuales propietarios. Estos últimos forman parte, desde que adquirieron el Molino de Las Uces en 1998, de la ACEM (Asociación para la Conservación y Estudio de los Molinos), y desde 2011 de la TIMS (The International Molinological Society).
El Molino de Las Uces tiene cuatro características que lo hacen único como molino de rueda horizontal:
- La primera es su ubicación en el centro del río, hecho muy raro en la molinología de la geografía nacional.
- La segunda, derivada de la primera, es su morfología pentagonal, excepcional en el molino de rueda horizontal, que tiene normamente planta cuadrada o rectangular. La forma pentagonal o aquillada es usual en las grandes aceñas. Esta forma pentagonal le permite soportar una gran presión hidráulica axial sin deterioro de su habitat.
- El tercer hecho llamativo es su gran superficie, de aproximadamente 100 m2, siendo lo habitual en este tipo de molinos tener una superficie mucho menor.
- Lo último que llama la atención, aunque este hecho es mucho más común, es su localización en el centro del pueblo.
La visita al molino, gratuita, no tiene un horario ortodoxo, y en caso de no hallarse allí los propietarios, recomendamos pedir ayuda a la vecina para visitarlo por una modesta propina.
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