Durante el próximo día 12 julio en la antigua estación de Lumbrales la Asociación Todavía ha convocado una fiesta por la vida.
Una fiesta en la que se pretende potenciar y difundir las posibilidades turísticas para la provincia de Salamanca y la comarca de las arribes.
Desde finales del siglo XIX el ferrocarril facilitó la movilidad de las personas, el intercambio de productos y sacó del aislamiento a pueblos y comarcas de nuestra Comunidad, acercándolos entre sí y aproximando fronteras. El “camino de hierro” vertebró un territorio muy extenso, requiriendo la movilización de grandes recursos económicos, humanos y técnicos. La infraestructura de comunicación fue construida gracias a la inversión de enormes capitales nacionales y extranjeros, a la expropiación de terrenos para una finalidad social y al inestimable trabajo de ingenieros y trabajadores, con la pérdida de cuantiosas vidas.
Diversos factores han contribuido al cierre progresivo de líneas de ferrocarril y a la desafección de sus inmuebles de uso público. Ello ha conllevado el abandono de su conservación. Máquinas en jardines, vagones en desguaces, vías comidas por la maleza, estaciones que se han rendido a las inclemencias del tiempo y el vandalismo incontenido… han ido deteriorando y destruyendo este rico patrimonio, exponente de una era industrial que transformó el mundo.
Estos últimos años, se han construido las llamadas vías verdes sobre antiguos trazados de ferrocarril, para conectar con la naturaleza. La red de caminos rurales en Castilla y León es muy amplia y este tipo de reutilizaciones, en estos territorios extensos y con baja densidad de población, no aporta un valor diferencial. En la actualidad, en países como Francia e Inglaterra han aprovechado las vías “fuera de uso comercial” para la circulación de pequeños trenes turísticos y de vehículos de reducida velocidad y peso. Esta posibilidad de reutilizar las vías de ferrocarril a baja velocidad, con protocolos de seguridad normalizados, ofrece una nueva oportunidad de generar riqueza y trabajo en el marco de la economía de Castilla y León. Esta actividad emprendedora contribuye al asentamiento de población en comarcas despobladas y acerca a los ciudadanos a un patrimonio cultural, natural, industrial y paisajístico de primera magnitud.
Somos conscientes de la importancia de esta actividad empresarial, sin obviar que todo el entorno del ferrocarril (estaciones, vías, locomotoras, vehículos de mantenimiento, vagones, etc.) constituye un rico patrimonio que debe preservarse, pues constituyen un capítulo de nuestra historia y es nuestro deber hacer lo posible por transmitirlo a las generaciones futuras.
Por todo ello, instamos a quien corresponda a que adopte las medidas necesarias para evitar el desmantelamiento de las vías y estaciones de nuestra comunidad, establezca estrategias que garanticen la conservación de los elementos singulares y permita su uso, sin condiciones gravosas, a aquellos emprendedores que sobre ella quieran construir un medio de vida.
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