Una exposición muy especial en la Zarza de Pumareda acompañando a la exposición de grabados, “Costumbres, oficios y rincones de Las Arribes” de Adriana Jado.
Nos encontramos ante figuras hechas a mano en madera que vienen a reproducir algunos de los objetos de la vida en nuestros pueblos de las arribes.
Nombres como cernideras, costales, briendo o abaleador, ya para muchos representan parte de un pasado, de una historia vivida en nuestros pueblos, del trabajo diario de muchos hogares. Pero como parte de nuestra historia no debemos permitir que caigan en el olvido.
Como decíamos para muchos forman parte de su vida, de su historia, pero para otros muchos suponen una ventana a una época desconocida. Con lo que os invitamos a visitar esta exposición de la mano de nuestros padres o de nuestros abuelos, y escuchar los recuerdos, las vivencias que puede suponer para ellos plantarse delante de estas hermosas figuras talladas a mano.
Hoy, en la época de la modernización de las labores agrícolas, todos sabemos que es un tractor, o una cosechadora. Pero, ¿sabemos que es un abaleador, o lo que es un sacaborrajos, o las coyundas?. Palabras, utensilios o labores que hoy queremos rescatar del baúl de los recuerdos a través de este importante legado que nos dejó para todos Lorenzo Hernández. Quizás para él un entretenimiento en el que ocupar las horas del día. Hoy lo debemos ver como un paseo por la historia de nuestra vida, por la vida en el campo.
Nuestra recomendación es ver con tranquilidad cada una de las obras, fijarse en todos y cada uno de los detalles, y es que es eso, el autor de las figuras cuidó todos y cada uno de los detalles intentando trasladarnos a épocas ya pasadas.
Sirva esta pequeña exposición como un homenaje a nuestra historia, a nuestra cultura, al mismo tiempo que agradecemos a Lorenzo el devolvernos a aquellos momentos de una manera muy especial.
La obra de nuestro vecino es muy extensa y abarca, además de los aperos de nuestro campo, muchos otros temas, pudiendo destacar los trabajos en piedra que vienen a reproducir nuestra torre del reloj, el que todos conocemos como el torreón, sin olvidarnos de sus reproducciones de la iglesia de la Zarza. Solo podemos decir GRACIAS.
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