La marcha arribes del Duero, que tendrá lugar el 8 de marzo, cumple este año su vigésima edición desde el año 1996.
Esta marcha senderista se ha integrado dentro del calendario senderista que año tras año desde diferentes puntos de nuestras arribes muestran algunos de los rincones más interesantes de esta zona.
Partiendo desde el pueblo llegamos hasta la zona conocida como la Barca, uno de los puertos fluviales desde los que además de contemplar un gran lugar podemos embarcarnos en un recorrido remontando el Duero hasta los pies del mirador de la Code en Mieza.
La marcha de Vilvestre se une a otras marchas interesantes como pueden ser las de Mieza o Villarino.
Aprovechando los cientos de caminos que recorren la zona los senderistas van descubriendo unos atractivos quizás poco conocidos y divulgados. Unos naturales, otros creados por la mano del hombre con más o menos historia, que encandilan al caminante, haciendo que año tras años este tipo de iniciativas llenen los caminos de la zona de gorras, bastones, calzado para la ocasión, pero siempre desde el respeto de la naturaleza, dejando el lugar tal y como nos lo hemos encontrado.
Como ocurre con otras marchas senderistas, esta de Vilvestre, también recorrerá uno de los tramos de la senda GR14. Además uno de estos tramos por el que pasarán los caminantes tiene la peculiaridad de tener losas de piedra como firme. Esta senda viene acompañando al Duero desde su nacimiento en los Picos de Urbión hasta el muelle de Vega Terrón, con un recorrido total de 755 kilómetros. Pueblos como Villarino, Pereña, Masueco, Aldedavila de la Ribera, Mieza, Vilvestre, Saucelle o La Fregeneda, acogen diferentes etapas de la esta ruta kilométrica. Enlazando con Vega Terrón tenemos senda que recorre uno de los afluentes del Duero, el Agueda, la senda que se conoce como GR14.1
Con la llegada de la primavera estas actividades ya asentadas en el calendario le dan vida a una zona que por desgracia durante el invierno permanece un poco olvidada. Aunque si bien es cierto que en contra de lo que sucede con otros destinos turísticos como la playa, o las pistas de esquí, cuyo atractivo se limita a un determinado período de tiempo, la zona de las arribes puede aportar al visitante una gran variedad de actividades durante diferentes épocas del año. Año tras año, cada vez son más los kilómetros de caminos señalizados para disfrutar del deporte del ciclismo de montaña a través de las rutas creadas por los diferentes centros btt de la zona (Aldeadavila, Pereña, Sobradillo, Saucelle, Barruecopardo,…)
Ahora con la llegada de los primeros compases primaverales podemos disfrutar de uno de los momentos más bonitos que se dan en la zona, el florecimiento de los almendros. Cubriendo los campos de mantos blancos y rosados. Es más la localidad de La Fregeneda tiene una celebración que lleva este nombre, la fiesta del almendro, siendo una de las festividades más carismáticas de la zona.
Más adelante también podremos disfrutar de otro gran momento natural, la floración de los cerezos. Un lugar donde podemos contemplar este gran espectáculo es en los campos de Mieza, en nuestro camino hacía los miradores de la Virgen de la Code, o del Colagón del tío Paco.